Tu boca: dulce hogar de tu microbiota oral
Te suena familiar eso de la microbiota, ¿verdad? Si haces un poco de memoria, recordarás que ya te hemos hablado antes de qué es y de algunos de sus papeles en procesos patológicos, como en el desarrollo de cáncer gástrico. No obstante, hoy queremos aclararte algo muy importante: el intestino no es el único lugar de nuestro cuerpo que está habitado por microorganismos. Una de las zonas del cuerpo humano donde más se ha estudiado la microbiota es, de hecho, la cavidad oral. Si esta es la primera vez que eres consciente de que tu boca está llena de “bichitos”, no es de extrañar que te haya recorrido un escalofrío por todo el cuerpo. Pero tranquilo, esas bacterias de tu boca son eminentemente beneficiosas y necesarias para que tu cuerpo funcione correctamente.
Somos lo que comemos, y nuestra microbiota oral también
Aunque la frase “somos lo que comemos” ya esté un poco manida, no puede ser más cierta. No solo porque nuestra dieta influye directamente en nuestra salud, sino porque también moldea nuestra microbiota oral. Hoy sabemos que en función de lo que comemos, favorecemos la presencia de unas u otras especies bacterianas concretas (sí, la microbiota oral de los veganos es muy diferente a la de los carnívoros). Aunque la dieta no es el único factor que influye en qué microorganismos habitan nuestra boca, también la forma de la misma y nuestra higiene dental tienen mucho que decir.
Nuestra microbiota oral tiene derechos pero también obligaciones
Puede que te preguntes por qué dejamos a las bacterias campar a sus anchas en nuestra boca. Evidentemente es porque sacamos algo beneficioso de ellas: las bacterias forman biopelículas (grupos de bacterias que cooperan para realizar una determinada función en distintas partes de nuestra cavidad oral) que ayudan a mantener nuestro pH bucal y a combatir el crecimiento de bacterias patógenas. En otras palabras: nos protegen. ¿Y qué se llevan a cambio? Un ambiente idóneo para crecer y vivir.
Nuestra microbiota y nuestra salud: ¿una relación perfecta?
Como hemos señalado, la microbiota ayuda a proteger nuestro organismo como barrera de defensa activa en nuestra boca, además de afectar a otros niveles nuestra salud. No obstante, esta relación a priori perfecta se puede torcer: si las poblaciones bacterianas rompen su equilibrio (un estado que se conoce como disbiosis), pueden contribuir al desarrollo de una amplia variedad de enfermedades: desde artritis y Alzheimer hasta la enfermedad inflamatoria intestinal y distintos tipos de cáncer.
Las tecnologías de secuenciación han permitido conocer las distintas poblaciones microbianas que habitan en nuestra cavidad oral. Es tan fácil como coger una muestra de saliva. ¿Te atreves a explorar el mundo que existe en el interior de tu boca?
Referencias: