Nuestra Tecnología: Microchips de ADN

Los Microchips o Microarrays de ADN consisten en superficies de sílice de muy reducidas dimensiones sobre las cuales se anclan cientos de miles, e incluso millones, de hebras de ADN de secuencia conocida. Estas hebras de ADN funcionan como “sondas” o “cebos” que permiten atrapar determinados fragmentos del ADN genómico de la persona que se está analizando. Esto es algo así como si los microchips estuvieran cubiertos de imanes y nosotros quisiéramos analizar una muestra de suelo: sospechamos que alberga metales, pero necesitamos separarlos del resto de componentes del suelo (minerales y materia orgánica). Para ello, pondríamos nuestra muestra de suelo sobre el microarray y observaríamos todo aquello que se hubiera pegado a los imanes. Ese es el fundamento de los Microchips de ADN: caracterizar qué fragmentos del genoma de una persona se unen a las sondas presentes en el microchip. En el campo del genotipado, estos microchips nos permiten descubrir qué variantes genómicas presenta un determinado individuo.

Esta tecnología supone la estrategia estándar que se usa convencionalmente para ofrecer análisis genómicos. Esto es debido a que cuenta con varias décadas de historia que han conducido a su optimización, por lo que actualmente constituye un herramienta biotecnológica versátil, precisa, rápida y considerablemente económica.

¿Cómo funciona?

  1. Todo comienza con la extracción de tu ADN, que realizamos a partir de las células epiteliales de tu boca que quedan en el raspador bucal incluido en nuestro kit.
  2. A continuación el ADN se amplifica con objeto de generar suficientes copias idénticas de tu genoma para comenzar todo el proceso.
  3. Seguidamente el ADN genómico es fragmentado para que pueda ser debidamente reconocido por las sondas del microchip.
  4. En este punto comienza la etapa conocida como “hibridación”, en la cual la mezcla de fragmentos de ADN se añade al microchip para que el ADN genómico se una a las distintas sondas. Estas sondas del microchip siempre preceden en términos de secuencia al nucleótido que se quieren genotipar.
  5. A continuación, tiene lugar la etapa conocida como “extensión”, en la cual se añaden secuencialmente al microchip cada uno de los nucleótidos del ADN (A, C, G y T). En función del nucleótido que se une, es posible identificar qué variante genética hay en el ADN genómico original.
  6. Finalmente, el procesamiento bioinformático de los datos permite interpretar e integrar toda esta información para realizar la evaluación del perfil genómico.

Como ves, los Microchips de ADN son tremendamente útiles, cómodos y prácticos, de ahí que sean tan ampliamente utilizados. Esto, no obstante, no significa que sean la herramienta perfecta. De hecho, la tecnología de los Microchips de ADN cuenta con una importante serie de limitaciones, que puedes consultar aquí. En EGO siempre velamos por ofrecerte el servicio de mayor calidad, basado en la Biotecnología más puntera. Por este motivo, te ofrecemos la posibilidad de basar tu análisis genómico en la Secuenciación de Última Generación, una tecnología revolucionaria que supera todas las limitaciones de los Microchips de ADN.