Las alergias respiratorias y la COVID19

Estornudos, picores, secreción nasal… no son nada agradables, ¿verdad? La primavera está a la vuelta de la esquina y con ella muchos de los síntomas más molestos de las alergias respiratorias. A pesar de que las mascarillas son, desde hace décadas, el método más eficaz para evitarlas, tradicionalmente no han sido muy populares entre quienes las padecen. Sin embargo, al igual que en muchas otras cosas, la pandemia de COVID19 ha provocado un giro inesperado. Ahora el uso de mascarillas quirúrgicas o FFP se ha normalizado, una tendencia que podría mantenerse incluso después de haber vencido al SARS-CoV-2.

En realidad, ya hemos visto que esta práctica ha ayudado a disminuir el caso de pacientes con enfermedades respiratorias durante este primer tercio del año 2021. Del mismo modo, también esperamos que ayuden a combatir los síntomas de las alergias respiratorias que están por venir. Sin embargo, puede surgirnos la duda de qué mascarillas son las más convenientes en cada situación, de tal manera que puedan protegernos de la manera más eficiente contra la COVID19 y contra el polen u otros alérgenos primaverales.

¿Mascarillas FFP con o sin válvula? Esa es la cuestión

El detalle más importante que debes valorar sobre las mascarillas es que deben ajustarse perfectamente a tu rostro. Aquí volvemos de nuevo al debate que ya hemos tenido al principio de la pandemia. Al igual que en el caso del coronavirus, las mascarillas quirúrgicas no proporcionan la mayor de las protecciones. Al no ajustarse perfectamente a nuestras facciones, deja espacios lo suficientemente grandes como para que polen penetre y echar por tierra nuestra defensa.

Por este motivo, se recomienda el uso de mascarillas FFP, aunque ahora deberemos enfrentarnos a otro dilema. Algunas de ellas incorporan una válvula que permite eliminar la humedad y regular el calor. Esto, por ejemplo, es muy útil para evitar el empañamiento de las gafas. Por otro lado, la propia válvula puede ponernos en riesgo cuando no podamos respetar los 2 metros de distancia de seguridad. Lo sé, recuerda al “to be or not to be?” en Hamlet. En este caso, debemos valorar en gran medida cómo es nuestro día a día. Podríamos escoger la mascarilla con válvula en función de nuestras interacciones sociales o profesionales, por ejemplo, cuando estas sean muy limitadas. Por el contrario, sería conveniente utilizar una mascarilla FFP2 sin válvula cuando nuestro trabajo implique estar en contacto directo con otras personas, bien sea durante los desplazamientos al lugar o en el propio desempeño del mismo. En el caso de interacciones sociales, recordad que tenemos que limitarlas al mínimo hasta que todo esto pase y las autoridades sanitarias nos adviertan de lo contrario. Tenemos que parar este virus entre todos.

Otros hábitos muy recomendables

Además de la mascarilla, hay muchas otras precauciones que podemos tomar para evitar a la alergia este año:

  • Consultar los niveles de polen en la Sociedad Española de Alergología e Inmunología.
  • Cerrar las ventanas de casa y ventilar poco tiempo en las primeras horas del día o la noche.
  • Sumar a la mascarilla el uso de gafas de sol en el exterior.
  • Ducharse y lavar la ropa al llegar a casa para evitar introducir alérgenos del exterior en casa.
  • Revisar el filtro antipolen de nuestro vehículo.

Además, pueden consultar tu predisposición genética a muchos otros tipos de alergia con nuestro nuevo test. De este modo podrás anticiparte a todos esos molestos síntomas sin necesidad de exponerte y de una manera cómoda, rápida e indolora.