A tu médico. Consulta la pregunta “¿Los resultados de mi análisis sirven como diagnóstico de una enfermedad?”. Tu médico te conoce y te ha evaluado en persona, de modo que ha realizado una valoración integral y un diagnóstico de tu condición de salud actual. Por otra parte, el análisis genómico ofrece una información distinta: tu predisposición de base genética a determinados rasgos asociados con la salud. De esta manera, ambos reconocimientos se complementan: mientras que el médico se centra en el tratamiento y, por tanto, tiene prioridad, el genómico se centra en la prevención.